sábado, 16 de abril de 2011

Crónica de una muerte anunciada





Hoy ha muerto mi hermano mayor y aún no reacciono al suceso... (Por lo menos no como yo me lo esperaba), tan solo reencuentro imágenes que tienen que ver más con el amor-odio que nos teníamos y con las inevitables comparaciones y pleitos durante los 10 años que compartimos la crianza en el núcleo familiar, él era el mayor y yo el menor de cuatro hermanos en medio de una familia disfuncional debido a la muerte de nuestro padre , pero fundamentalmente porque entre él y yo había seis años de diferencia, con eso lo digo todo. (...)

Hoy se ha caído el laberinto del pasado y vine a este restaurante a desmitificar arquetipos, a
desdoblarme en el fugaz caos de la ciudad , en la prisa de las personas y los autos , proyectándome sobre los espejos de la sangre y para hacer que los segundos se precipiten a sí mismos en el justo intersticio existencial de este abismo gravitatorio y del eco de una voz que me inquieta olvidar con el paso del tiempo.

Hoy se ha muerto mi hermano mayor y no pretendo componer un Réquiem ni buscar entre la mierda todas aquellas culpas que ya no se valen poner en este juego que es como una broma macabra del desencuentro, tan solo sigo pensando en mi hermano y esperando a que se me seque la garganta para pedir otro café.

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